Hace días que pienso en lo que podía escribir hoy. Lo siento, no es lo que todo el mundo espera. No son frases bonitas recordándote, no explicaré las veces que me despierto, me acuesto o respiro pensando en ti, ni las veces que lloramos, ni explicaré las veces que el papa y la mama miran tus fotos, ni lloran, ni cuanto me acuerdo de tus amigos, ni de la rabia (injusta) que me da ver como la gente sigue con su vida como si nada, ni las veces que me imagino preparándote una fiesta de cumpleaños sorpresa, ni las que me imagino que podrías estar embarazada. Ni del enorme vacío que has dejado en nosotros, ni lo que nos cuesta respirar. Ni lo enfadada que estoy por aquel día o por la noche anterior. Ni de la piedra enorme que crece en nuestro estomago ni de cómo lo estoy pasando ahora que parece que empiezo a asimilarlo.
Tampoco voy a escribirte sobre las velas que se van a encender hoy sin esperanza de que las soples. Hoy que sería tu cumpleaños y no te puedo felicitar por ello, te voy a felicitar. Sé que lo sabes, que nos sientes o nos ves. Te felicito por los padres que tenemos. Pero tengo la necesidad de ponerlo aquí para que todos lo sepan. Sepan como son AHORA, y como me siento de orgullosa y pongo la mano en el fuego de que tú también lo estarías.
Hace poco escuché que el dolor de un padre es inexplicable. Cada vez que lloro pienso en ellos y su fuerza para continuar. Te fuiste y me dejaste aquí con unos padres que no conocía. Rotos de dolor, con el alma partida y porque no decirlo muertos por dentro. Son las personas más fuertes que he visto en mi vida y puedo asegurar que serán las mejores que habré conocido a lo largo de toda mi vida. Me dejaste con ellos, sin ganas de continuar y han sido capaces de “levantarse”. No sé de donde han sacado las fuerzas, imagino que yo he tenido algo que ver. Me pongo en su piel y me costaría caminar. Te felicito porque tenemos unos padres que no nos merecemos, que se han hecho mejores y más fuertes con el tiempo. Se me llenan los ojos de lágrimas de pensar lo orgullosa que estarías si estuvieras aquí de ellos. Los he visto llorar mucho pero ahora también valoran muchas más cosas y lloran de felicidad.
Hoy encenderemos velas, seguramente el papa entre en tu habitación y se quede en silencio pensando otra vez en ti y en todo lo que no te dijo y la mama entre cada dos por tres en el blog esperando a que muchos se acuerden de tu cumpleaños y se pase el día haciéndose la fuerte pero pensando en lo bonita que eras. Los tres pensaremos en ti cada segundo, cada minuto…. Como cada día. Felicidades tata, porque los has hecho fuertes y porque tienes unos padres que no existen palabras en el diccionario para describirlos.
Te quiero.
Hoy me imagino que te abrazo y lloramos por lo tristes que han estado, lo fuertes que son, lo orgullosas que estamos y lo mucho que nos quieren.
Brindo por ti, porque soy feliz de haberte tenido el tiempo que has estado a mi lado. Tuve mucha suerte.